
- Jul 16, 2025
- Aldair Teutle
- Sin categoría
- 0 Comments
Uno de los errores al instalar multipanel que más se repite, y que suele pasarse por alto hasta que ya es demasiado tarde, tiene que ver con detalles pequeños que, al acumularse, terminan comprometiendo toda la estructura.
No se trata de un material difícil de trabajar, al contrario. Pero quizá esa facilidad aparente es lo que lleva a algunos a confiarse. Y cuando no se respetan las recomendaciones básicas del fabricante, o se improvisa con herramientas no aptas, es cuando empiezan los problemas. Desde techos que gotean hasta muros que pierden su capacidad aislante.
Así que, si estás por instalar multipanel o supervisar una obra, conviene saber cuáles son esos errores comunes. Porque evitarlos puede ahorrarte más que un buen disgusto. Quédate a leer la primera parte de dos, en la que te compartimos los errores más comunes y cómo anticiparse para no cometerlos.
¿Cuáles son los errores al instalar multipanel a evitar?
Fijaciones inadecuadas o mal colocadas
Aquí es donde muchos tropiezan sin darse cuenta: en la fijación. Parece un detalle menor, ¿no? Tornillos, anclajes, sujetadores, nada que no se pueda ajustar después.
Pero justo ahí empieza el problema. El multipanel, aunque ligero y versátil, necesita ser fijado con precisión. Si usas tornillos que no son los adecuados para el tipo de estructura o para el calibre del panel, lo más probable es que termines con filtraciones o movimientos indeseados, especialmente en techos expuestos al viento.
Se han visto casos donde se usan tornillos autotaladrantes convencionales (los que se encuentran en cualquier ferretería) sin rondanas de neopreno, sin pensar que el sellado depende también de esos pequeños accesorios. ¿Resultado? Agua entrando por las cabezas oxidadas a los pocos meses. O bien, paneles que no quedaron bien sujetos y generan ruidos o vibraciones molestas.
Además, colocar los tornillos en el lugar equivocado (muy cerca del borde o con exceso de presión) puede dañar el recubrimiento, deformar el panel o incluso romper la lámina. Y aunque parezca exagerado, un solo tornillo mal puesto puede generar un punto de fallo.
Lo mejor, siempre, es seguir las especificaciones del fabricante y usar los sistemas de fijación recomendados. No improvises aquí. De verdad, no vale la pena.

Mala alineación de paneles
Este es uno de esos errores que, al principio, no parece tan grave, hasta que te alejas unos metros y ves todo desfasado. La mala alineación de los paneles tipo multipanel no solo afecta la estética (que también importa, claro), sino que puede comprometer el rendimiento térmico, la hermeticidad y hasta la resistencia estructural del sistema.
Un ejemplo muy común: se empieza la instalación sin marcar una línea base precisa o sin verificar el escuadre del primer panel. Ese pequeño desvío inicial se va acumulando panel tras panel, hasta que en el último tramo ya nada embona bien. Lo he visto más de una vez: hay que forzar los encuentros, cortar de más, sellar con siliconas que no estaban en el plan original, y el resultado, sinceramente, deja mucho que desear.
Cuando hablamos de “escuadre” nos referimos, básicamente, a que las esquinas o los ángulos de una estructura estén bien formados, es decir, que sean rectos, de 90 grados. Es como cuando armas un marco para una foto y te aseguras de que no quede chueco ni abierto de un lado.
En la instalación de multipanel, revisar el escuadre significa confirmar que el primer panel (y los que le siguen) están bien alineados y no se van torciendo. Si ese ángulo inicial está mal, todo lo demás se va desfasando, y ahí es donde empiezan los dolores de cabeza.
En techos, esto se vuelve todavía más delicado. Una mala alineación puede provocar que el agua no escurra como debería, generando charcos, filtraciones o incluso sobrepeso en ciertos puntos. En muros, rompe con la continuidad visual y puede dejar espacios abiertos en las juntas. Por eso, antes de fijar cualquier panel, hay que medir, trazar, nivelar. Sin prisa.
Falta de sellado en juntas y uniones
Este es uno de esos errores que no se notan de inmediato, pero que con el tiempo pueden causar verdaderos desastres. Cuando se instalan paneles tipo multipanel, dejar sin sellar correctamente las juntas (esas pequeñas uniones entre panel y panel) es como dejar una ventana entreabierta en temporada de lluvias. Tarde o temprano, el agua encuentra por dónde entrar.
Y no solo es el agua. También el calor, el frío, el polvo, todo se filtra si no se cuidan bien esos puntos de contacto. Lo más común es que se confíen en el “clic” que hacen los paneles al unirse, y se olviden de aplicar selladores adecuados, como espumas de poliuretano o cintas butílicas. O peor aún: que se use cualquier silicón de ferretería, pensando que “todos hacen lo mismo”. No es así.
Además, cuando no se sellan bien las juntas, el aislamiento térmico y acústico del sistema se ve comprometido. Es como tener una hielera con grietas: pierde su función. Y en el caso de techos, las filtraciones constantes acaban oxidando la estructura, deteriorando el interior o generando hongos.
Vale la pena invertir un poco más en el sellado correcto, porque lo que parece un detalle menor… puede terminar costando mucho más que un simple bote de sellador.
Eviten errores costosos desde el inicio y aseguren una instalación profesional. En ThermoPanel somos uno de los proveedores de multipanel más importantes de todo México. Cotiza con nosotros, recibe asesoría personalizada y obtén envío hasta tu obra. Escríbenos hoy mismo y hagamos realidad tu proyecto.