Las Torres Bicentenario fueron inspiradas en un material muy durable en el tiempo y de gran fortaleza: se trata del acero galvanizado. Este monumento se instauró en 2010 y las torres se constituyen a su vez de láminas de acero de alta resistencia, muy similares al multipanel.

Es un coloso de 400 toneladas y de acuerdo a los arquitectos y constructores que participaron en la obra, cada lámina pesa 50 mil libras. Todos sus materiales fueron previamente validados y certificados para que la duración del monumento durara hasta cien años.

La construcción solo tardó nueve meses y cada torre mide 65 metros de altura. La  base de las torres posee cada una, un cilindro de granito, que es bañado con agua constantemente, como un símbolo de transparencia.

Cabe añadir que el acero utilizado para la megaconstrucción es orgullosamente 100% mexicano. Fue transportado desde los estados de San Luis y Nuevo León. Las láminas fueron fabricadas en Ocoyoacac, dentro del Valle de Toluca, lugar donde se erigen las Torres Bicentenario.

¿Qué papel juegan las Torres Bicentenario?

El concepto que atrapa esta obra es de un estilo vanguardista y moderno. Se levantan sobre un espacio dedicado a la cultura, y sobre todo al arte moderno, como lo es el Museo Galería de Arte Mexiquense Torres Bicentenario.

Brindando una gran vista, dan la bienvenida a los ciudadanos mexiquenses, capitalinos y visitantes nacionales e internacionales que deciden visitar la ciudad de Toluca.

Al caer la noche, unas luces de colores le dan vida al monumento a tal grado de convertirlas en un referente de la ciudad. Sumado a que los pobladores locales fueron presenciando cada fase en la construcción, lo que ha aumentado el aprecio por la misma.

Y bien, ¿de dónde surge el nombre? Este monumento conmemora los 200 años de la independencia de México. Es por eso también que, en su estructura, presenta 200 módulos de acero galvanizado para hacer alusión a este periodo de tiempo. 

El proyecto fue presentado en la convocatoria lanzada por el gobierno mexiquense y fue elegido de entre 130 propuestas más. El jurado eligió el proyecto encabezado por el diseñador Guillermo Maya, egresado de la Universidad Iberoamericana.

La silueta y el diseño arquitectónico de las torres entrelazadas sugieren una sensación de movimiento al espectador, como parte de su diseño contemporáneo. Así mismo, el acero con las que están fabricadas, hacen que emitan un brillo por sí mismas al reflejarse el sol e inclusive la luna.